Por Sara Perval
Una mujer francesa preocupada por una posible enfermedad va observando lo que pasa a su alrededor mientras da un paseo por París… parece una historia simple, pero Agnès Varda logró convertirla en una película clásica del existencialismo francés de los 60’s, digna de ser denominada como precursora de un existencialismo femenino: cuestionarse el papel que una tiene durante lo dolorosa que puede ser la existencia, así como llegar a la realización de quiénes somos y por qué lo somos.
Esta es Cléo de 5 a 7, película de 1962 que muestra un día lleno de angustia en la vida de Cléo, una joven cantante en la espera de sus resultados médicos para saber si tiene cáncer. Después de irse a leer las cartas del tarot, la angustia y el miedo a la muerte agobian aún más a la artista, generando una crisis en su cabeza desde que se ve en el espejo y siente cómo su vida entera y su razón de existir han cambiado.


Durante la película, vemos a Cléo durante ese día de su vida observando lo que ocurre a su alrededor: las personas paseando, magos haciendo trucos por unas monedas en las calles, accidentes automovilísticos, clases de pintura, entre muchas otras cosas. Pero no es únicamente seguirla en un día angustiante de su vida, sino sentir la angustia con ella. Cléo connota cómo sin su belleza y carisma deja de sentirse ella, y cómo le frustra que personas a su alrededor no la tomen en serio ni a ella o a su enfermedad por su cualidad de mujer.
Por medio del lenguaje cinematográfico de fotografía y simbolismo, Agnès Varda ha logrado transmitir lo melancólico que puede ser existir. Y es que desde mediados del siglo pasado hasta el cine actual, ha aumentado la representación del nacimiento de un pensamiento existencialista en las mujeres. La melancolía y la frustración por la realidad acompañadas por una aparente soledad también se ven en personajes creados por directoras de estas últimas décadas como Sofia Coppola, Céline Sciamma o Greta Gerwig. Directoras y escritoras como ellas han dado espacio a películas en las que hay una verdadera construcción de personajes femeninos vistos desde las mismas mujeres, logrando que la voz y presencia de las mujeres tenga su lugar en el cine.