
La obra que parecía antes únicamente el alimento de dioses asimétricos ahora alimenta a quien tenga en sus manos la mirada, y en su mirada la boca, y en su boca la imagen que siempre ha buscado estos sabores sin saberlo, el cuadro es un estanque, maná, buffet de figuras vivas estáticas y al mismo tiempo en movimiento perpetuo.
-Gabriel Faz-
Colaborador del Laboratorio de Periodismo
Daniel Esaú Zamudio Nava