Por: Yulieth Delgado Sánchez
Coordinador de Ciencias de la Comunicación UCEM
Encargada del Laboratorio de Periodismo UCEM
“Conflictos reales y escenas de ficción: estrategias de la enseñanza en las aulas” es el libro que integra al cine en la educación. El texto coloca al cine en el escenario dónde el conocimiento dentro de un sistema escolarizado se gesta, y además propone una mirada consciente del impacto que en la actualidad las imágenes y las historias llevadas en la ficción pueden influir en el proceso de aprendizaje en alguna área del saber. La autora reflexiona desde los orígenes del cine, sus pioneros y etapas en cuanto a funcionabilidad de éste medio, además reconoce el hecho de que contar historias a través de imágenes y sonidos es una de las maneras en las que el pensamiento queda inmortalizado.
Marta Libedinisky está muy relacionada con los lenguajes de mediaciones para la enseñanza, ya que es catedrática en el posgrado FLACSO-Argentina y es especialista en didáctica. Por ello, en este trabajo de investigación comparte, los campos de oportunidad en dónde el cine puede ser una vía útil y efectiva considerando que aprendemos no con un solo sentido y por lo cual el cine logra captar la atención del espectador o alumno por el simple hecho de que tiene que ir atendiendo por medio de varios sentidos y construyendo en varias dimensiones a partir de la información que poco a poco se va generando al ver, escuchar y sentir, en una historia.
La autora para ir guiando al lector, de una manera breve da un panorama sobre el campo de la enseñanza y los educadores, haciendo hincapié en lo que significa enseñar y lo que es un maestro. Menciona las filosofías pedagógicas y algunos autores que hacen referencia “a que una manera de enseñar con pocas palabras son las elaboradas metáforas” (p.25). Las metáforas son la manera de interpretar lo cotidiano, el pensamiento y la acción. La metáfora no solo está inerehente en el arte, se ha traspolado a la educación, en donde hay teóricos que utilizan metáforas para hablar sobre los enfoques en la enseñanza al referirse a los estilos de profesores que se pueden tener en un aula: “la del docente terapeuta, la del docente ejecutivo y la del docente liberador o bien, el maestro que enseñanza como actividad dogmática, como una actividad heroica y como una actividad de intimidad” (Libedinsky,2008, pág. 35).
Entre éstas tres partes que son la enseñanza, metáfora y el cine nos sigue guiando la autora para entender que una película tiene un propio lenguaje que logra representar situaciones reales a través de su narrativa y que sin duda es un instrumento poderoso para que cada intervención de una proyección en el aula pueda sensibilizar, conmover, generar la reflexión y el análisis hasta dejar un mensaje que posiblemente con alguna otra técnica didáctica no logre el aprendizaje significativo. Es aquí donde se menciona a la enseñanza sensorial de la que habla Comenio en oposición de la enseñanza de memorización.
La autora cuestiona el ¿por qué integraríamos al cine en los salones de clase?, comenta lo importante que es considerar el equilibrio entre el mundo de la ciencia y el mundo de la narración de la ficción. A través de la lectura nos muestra que en las bellas artes como en la poesía, la pintura, el teatro, la música y desde luego en el cine hay signos y símbolos que permiten la lectura de éstos lenguajes y que implica ir más allá de lo ordinario, es un ejercicio de relación, de síntesis, de comprensión y por supuesto de expresión que pertenecen a diferentes grupos de sistemas de información y lingüísticos que el alumno debe esforzarse para entrar en dichos espacios. Considero muy acertado la visión de Martha Libendisky porque a diferencias de otras maneras de conceptualizar las áreas del conocimiento, en este libro se expresa que esas otras formas de construir mundos no debe de tomarse menos enserio al arte de las ciencias en tanto que el arte permite descubrir, crear y ampliar el conocimiento.
Así, la autora deja ver que la manera en la que el cine pueda intervenir como método de enseñanza en las a la áreas del conocimiento tales como la Literatura, Ciencias Sociales, Filosofía, Historia, etc. Depende de varios retos, el primero es, lograr la inmersión que suele vivirse al momento que nos encontramos en una sala de cine, las condiciones en un aula suelen ser muy diferentes y requiere un gran esfuerzo del educador para llegar hacer que el alumno entre en dicha fase y la segunda es la práctica para la fase de análisis en dónde se requiere el involucramiento, la imaginación e interacción.
La propuesta mostrada en el libro sobre técnicas didácticas para el trabajo con el séptimo arte sorprende al lector con nueve métodos que permiten sin duda sumergir al estudiante en una experiencia interactiva.
Las estrategias se podrán utilizar de manera pura o combinada las cuales son: el itinerario en cinco etapas, el cine fórum, las cinco estaciones, el rompecabezas, preguntas y respuestas, tres películas, la varita mágica, webquest y los textos periféricos y los naipes. De ésta manera el contenido presentado permite innovar y aprender de una manera lúdica.
Por otro lado, hay otro panorama que se muestra en el texto para entender por qué algunos profesores se oponen a que una película pueda ser proyectada como parte de una clase, en cierta manera es temor a que el alumno pierda el interés por leer. También nos comparte la autora la posibilidad de trabajar con otro método didáctico en las escuelas que es la producción de cine ya que habla de que las nuevas tecnologías permiten con mayor facilidad realizar este tipo de proyectos involucrando a los alumnos a trabajar en equipo y hablar de una manera reflexiva sobre alguna temática generando un cortometraje.
En el último capítulo para dejar con mayor claridad su aporte del cine como una vía de aprendizaje, la autora para el análisis de historias de ficción llevadas a la pantalla propone clasificar a las películas que hablan de educación en el género de cine educativo y partiendo de ahí realiza una selección de 10 películas. De las cuáles se mostró un análisis para ejemplificar como es que seleccionando alguna escena o fragmento de la cinta se podrá de manera muy gráfica estudiar una temática que aporte al conocimiento que se esté viendo en clase. El análisis de las dichas películas cuenta con una ficha técnica, el fragmento seleccionado de la escena mostrando una parte del guión en texto y la relación de temas que se pueden explorar en cada película.
A través de un recorrido claro y práctico Marta Libedinisky comparte un análisis sobre lo que un medio como el cine puede contribuir a la enseñanza y más cuando nos encontramos en un tiempo en dónde la tecnología predomina. Además considerando que la máquina de los sueños como también se le conoce a este arte tiene gran importancia en la experiencia humana porque es un medio de entretenimiento y de trasmisión de ideas que sin duda retratan la cultura, teniendo tanto impacto que en algunas sociedades sule dictar lo que se debe consumir, comentar y muchas veces como actuar. Este es el poder que una historia llevada a la ficción puede tener.
Es importante comentar que dentro de este material bibliográfico también encontramos una reflexión sobre lo que nos deja el mirar una película en el contexto educativo ya que un espectador siempre que sea inducido y guiado podrá identificar en un análisis del lenguaje cinematográfico el conjunto de las partes que forman un sistema en dónde existe una forma y significado (Thomson & Borwell, 2008). En una cinta podremos encontrar signos referenciales que hablaran de un determinado periodo de la historia, los significados explícitos; aquellos que son palpables y el significado implícito que está como un metadiscurso que se deberá leer a partir de conocer distintas referencias de la obra.
Este libro tiene un aporte para profesores de todos los niveles educativos y que permite ya con una estructura muy clara poner en práctica los métodos didácticos para que ver una película no sea perder una o dos horas de la clase si no que sea una experiencia enriquecedora y provocativa para que el estudiante logre sorprenderse y maravillarse de la aventura de aprender.